Otro día coñazo y encima madrugando. Me he levantado a las 5 de la mañana después de haber dormido 2 horas.
A las 5,30 he salido hacia el aeropuerto que está a 30 kilómetros. Una hora he tardado y eso que la ciudad aún no se ha despertado. Hay muy poca gente por la calle, y no he visto gente tirada. El aeropuerto muy básico, sin tiendas casi. He salido puntual y he llegado a Colombo sin novedad. En Colombo, otro aeropuerto muy básico, he esperado un rato y también he salido puntual. Llegada a Malé por poco directamente a la playa, con total normalidad, a ver la maleta si se porta.
Muchas preguntas en la aduana, aunque muy amablemente, que sí vengó sola, que si tengo amigos aquí, la próxima vez voy a llevar anillo de casada. Después la maleta ha salido casi la primera. Muy bien organizado todo lo de los hoteles. Vas al mostrador del hotel correspondiente con la habitación ya asignada, y a la barca rápida, donde te ofrecen agua y toallas húmeda heladas, que se agradece porque hace un calor espantoso y pegajoso.
El hotel está en una isla preciosa, toda llena de vegetación, llegas al hotel y te ofrecen un helado de coco increíble y ya después te llevan en coche (como en el campo de golf pero sin palos) a la habitación. Mi habitación es grandísima, y tiene una terraza casi encima de la playa. He soltado todo y me he ido de paseo fotográfico.
El dormitorio.
El baño exterior.
La terraza.
Las hamacas exclusivamente para mi debajo de la terraza.
Después he organizado la maleta, he remoloneado y por una noche me he ido de buffet, caro pero bien. He hecho bien en no pillar comidas, porque es todo muy abundante para mi, y prefiero comer más ligero, porque además me noto algo foca. No quiero comentarios a esto.
Y por hoy poco más de interés, ya estuve dándole al whatsapp hasta casi la medianoche con vosotros. Que resulta que era media hora menos, porque aquí son tres horas de diferencia con España y no tres y media como la India y Sri Lanca.
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