miércoles, 11 de junio de 2014

Introducción


 

Al final todo saldrá bien, y si no sale bien es que aún no es el final.

El Exótico Hotel Marigold, John Madden, 2011 

India es majestuosa,
tiene la altivez
de la Diosa entre los dioses,
viva como llama incandescente
danza en la perfección de sus templos,
en el santuario de sus montañas,
en el misterio de sus ríos,
en la profundidad de sus cantos.

Un libro sagrado toda ella,
urdimbre de profetas y masacres,
anhelo que aún duele
en las escisiones violentas de la sangre.

Un ritual al rojo vivo,
India fermentada,
dolor cauterizado entre nubes de sándalo,
en la ferviente ofrenda
que se desliza sobre un río iluminado.

Extracto poema India, María Vázquez Valdez, 2011

Pues ya estamos de nuevo en marcha. Como ya he contado varias veces este país no se que tiene pero a mí me ha incitado a volver de nuevo y eso que al principio estuvo un poco esquivo. Mis principios con la India nunca estuvieron claros, de hecho a la hora de definir el título del primer viaje lo más acertado sería "De la India a Indonesia pasando por Marrakech". Aquí me gusta la frase del comienzo de El tiempo entre costuras “Una máquina de escribir cambio mi vida” de María Dueñas, algo adaptada eso si a “Una cobra cambio mi viaje”. Pero este país al final me mostraría el camino para entrar en el y es más me ha dado lugar a repetir este año.

Aunque voy a repetir país, pero no regiones, yo espero que el viaje al sur sea muy distinto a lo que me encontré en el norte, no solo por la diferencia de años entre uno y otro, que son 16 y aunque en el mundo occidental no parezcan muchos, en la India puede ser una diferencia abismal. En principio en el norte están los monumentos más emblemáticos de la India, pero según voy viendo en la documentación que tengo, no hay que subestimar los monumentos del sur, que en fotos parecen tener la misma grandeza que los del norte, y en algunos casos los mismos "habitantes". Algunos de mis seguidores que conocen la India, seguro que pensarán, pero el Taj Mahal es el símbolo y es grandioso. Y yo digo lo grandiosas son las ratas que lo habitan y la parte trasera del Taj Mahal, si, esa que nadie mira porque le puede la puesta de sol o la magia del momento, es un símbolo de la miseria más pura y dura.

En un viaje de este tipo se empieza con la bofetada de calor con que te recibe el aeropuerto mismo, a lo mejor con lluvia y eso si con noche cerrada, para continuar con el "loco de los trapos de la cobra" literalmente, la comida, el picante, los Indios ..... Y alguien dirá, pues para ir pensando de esa manera, pero a mí es que en un sitio así se me quitan todas las tonterías, los jolines y las leches.

Espero que disfrutéis del viaje conmigo a través de este blog, y poner comentarios, que me hace mucha ilusión leerlos después.

Bueno por el momento nos quedamos aquí hasta ya el primer día del viaje.